Contaré mi secreto, cuando era pequeña nada
más tener a mi primer ken entre mis manos le quité los pantalones, pero no para
cambiarle el look, sino para ver qué narices tenían los hombres ahí que de
tanto se hablaba, al ver lo que albergaban mi desilusión llegó a su cumbre. ¡No
tenían nada!
Más tarde, como era de esperar supe lo que
tenían y no por mi ken, cosa que también me desilusionó. En fin, supongo que los
hombres solo me miran para decepcionarme. Son como el vaso de mi bebida preferida que
nunca consigo acabar. Es tan desesperante.
No sé
si soy yo o son ellos.
la primera vez que te vi estábamos en el
mismo sitió en el cual después de un año me planteo dejarte, es extraño que en
un tiempo tan corto me hayas podido conocer, enamorar, decepcionar, y finalmente preguntarme si fuiste un capricho
o una confusión, pero si en verdad fuiste un capricho ¿Por qué siquiera me
cuestiono tu dolor?
Quizá porque no soy de piedra o quizá es tan
simple como que en el fondo te adoro.
Esperando que no fuera lo último y haciéndome
eco de los comentarios de la gente decidí dejarte.
A veces pienso que esto ni siquiera tuvo
principio, con tantas dudas de por medio, con tanta gente. Gente que solo en mi
mente mató esto. Después dejarte me volviste a decepcionar pero esta vez no me
dolió, supongo que porque ya no nos ata nada.
Mis últimas palabras fueron que no me
saludaras, nada me gustaría más que lo cumplieras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario