Después de la tormenta viene la
calma.
Después del dolor se acerca la esperanza.
No me atrevo a decirlo en alto porque si
acaso se revierte lo bueno.
A veces me gustaría que alguien con más
fuerza dominara mi miente. Pero supongo que si nací así es por algo, si
no lo aprendo ahora lo aprenderé dentro de años o días cuando el dolor
me asfixie y no pueda seguir viviendo de esta manera.
Aunque después de decepciones uno siempre
aprende, depositar el amor a una persona alguna vez que otra sale caro.
No pasaría nada si por ti no hubiera
malgastado sentimientos, pasiones, sueños y mi amor.
No pasaría nada si a ti te importarse
realmente perderme, no porque ya no encuentres ningún tipo de interés o
utilidad en mi persona. Dejé a personas de lado por ti, personas las cuales me
doy cuenta ahora que valían mil veces más que tú falso interés.
Pues bien ¿quieres coger el camino falso?
yo también.
Jugaremos a querernos, a respetarnos y
sobre todo a soportarnos.
Tú, persona que me has lastimado, coge mi
aroma, el sonido de mi risa, el vuelo de mis rizos al voltearme, coge todo lo
que yo te muestre antes de que me marche, antes de que ya nada nos una. Porque
no dudes que aprovecharé ese momento, no para echarte cosas a la cara sino
para, silenciosa y armoniosa emprender vuelo y alejarme de ti.
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